miércoles, 20 de abril de 2011

A Propósito de los diarios...

“…No necesitaba que le dieran consejos, tenía ideas propias sobre lo debía ser un diario. Por supuesto, L’Espoir se vería obligado a tomar partido políticamente; pero con toda independencia. Si Enrique había conservado el diario, no era para hacer un pasquín igual a los de preguerra; en ese entonces, toda la prensa engañaba al público a golpes de autoridad; se había visto el resultado; privada de su oráculo cotidiano, la gente se había sentido completamente desorientada. Hoy, todo el mundo se entendía más o menos en lo esencial; basta ya de polémicas y de campañas partidarias: había que aprovechar para formar a los lectores en vez de rellenarles la cabeza. No dictarles opiniones sino enseñarles a juzgar por si mismos. No era tan sencillo; a menudo exigían respuestas; no había que darles una impresión de ignorancia, de duda, de incoherencia. Pero justamente a eso había que aspirar: a merecer su confianza, no a robarla…” (Los Mandarines. Simone De Beauvoir. Ed. Debolsillo. Pág. 28/29)

--------------------------------

Que lejos estamos de estos objetivos. A diario, las corporaciones mediáticas copan millones de cerebros con ideología disfrazada de noticia. El arte de la simulación, la canallada más espuria del fraude intelectual, el que vende propaganda doctrinaria por crónica diaria. Mercaderes de información, de mentes… formadores de opinión, embusteros… Apátridas inescrupulosos que pretenden tomar por asalto el Estado para consolidar sus negocios…

No hay comentarios:

Publicar un comentario