sábado, 26 de marzo de 2011

DE LAS ZONZERAS ECONÓMICAS.

Este es el campo donde las zonceras son más frecuentes porque constituyen la finalidad última de todas. A través de la lectura de las zonceras anteriores fácil le habrá sido al lector percibir que todas son zonceras preparatorias, desde que están destinadas a estructurar al país como una prolongación de la metrópoli; su objeto es formar una mentalidad colonial y el objetivo de las colonias, particularmente de las semi-colonias de la economía, es su aprovechamiento material. La colonización económica va acompañada de la “colonización pedagógica”. Me permito aquí reproducir una cita de José Abelardo Ramos que ya he hecho en ‘Los profetas del odio y la yapa’.
“En las naciones coloniales, despojadas de poder político directo y sometidas a las fuerzas de ocupación extranjera, los problemas de la penetración cultural pueden revestir menos importancia para el imperialismo, puesto que sus privilegios económicos están asegurados por la persuasión de su artillería. La formación de una conciencia nacional en este tipo de países no encuentra obstáculos, sino que, por el contrario, es estimulado por la simple presencia de la potencia extranjera en el suelo natal. Pero en las semi-colonias, que goza de un status político independiente decorado por la ficción jurídica, aquella colonización pedagógica se revela esencial, pues no dispone de otra fuerza para asegurar la perpetuación del dominio imperialista, y ya es sabido que las ideas, en cierto grado de su evolución, se truecan en fuerza material” (Jorge A. Ramos, ‘Crisis y resurrección de la literatura argentina’ Ed. Indoamérica, 1945).-
Falsificar la historia, achicar la extensión, dividir ideológicamente con planteos ajenos a la realidad, crear intereses vinculados a la dependencia y dotarlos de un pensamiento acorde, controlar el periodismo y todos lo medios de información, enfrentar proletariado y burguesía  cuando son sólo incipientes para impedir el surgimiento de los dos, manejar la cátedra, elaborar o destruir los prestigios políticos o intelectuales o morales, y orientar toda la enseñanza, disminuir la fe en el país y sus hombres, proponer modelos imposibles y ocultar los posibles, son las variadas técnicas de esa colonización para que la semi-colonia no se independice y construya su economía en razón de sus verdaderas posibilidades que la llevan a la liberación. Constituyen la técnica de esa ‘Colonización pedagógica’ que precisamente en función de su dominio económico posee y maneja el instrumental de la cultura para que necesariamente el gobierno caiga en manos de los equipos técnicos y los grupos  de intereses que cumplen la función cipaya.
Sólo se mencionarán algunas de las zonceras económicas que, sobre el terreno preparado por el sistema pedagógico, hacen posible la perduración del vasallaje haciendo pasar por doctrinas del país las doctrinas convenientes al país o países dominantes. De tal manera los sectores dirigentes, así preparados, son fatalmente los agentes de difusión de los intereses extra-nacionales, unas veces conscientemente y otras también como víctimas de esa pedagogía.
El lector cosechará cualquier cantidad de zonceras como las que aquí se mencionan sólo con la lectura atenta de los editoriales periodísticos, de las conferencias de los expertos económicos, de las manifestaciones de los gobernantes, de los documentos emanados de las fuerzas vivas, que así se autocalifican, de las abundantes entidades formadas para tal fin y de los profesores extranjeros que se contratan para reforzar el azonzamiento con la autoridad de la cátedra magistral (Arturo Jauretche. ‘Manual de Zonceras Argentinas’. Ed. Corregidor, 2010. Pág. 171)

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